Claves de la rehabilitación
Previamente a este artículo hemos distinguido al modelo de reducción de riesgos de los otros modelos teóricos de la adicción. Ahora es el momento de concretar seis claves que nos permitirán meditar sobre los componentes de tu rehabilitación. Atamos alforjas para un viaje interno. ¿Estás a punto?
Un tratamiento para cada estadio
No todas las personas que padecen una adicción están en condiciones de iniciar el viaje a la rehabilitación. Por eso existen distintos tipos de tratamientos para los distintos posicionamientos frente a la sustancia. Cualquier intento de presionarte a un estadio de rehabilitación distinto del que te encuentras puede generarte una enorme resistencia. De ahí la importancia de trazar un camino conociendo tu caso en profundidad y sin forzar tus tiempos.
Reconociendo al entorno adicto del entono sano
Los consumidores crean un espacio social acorde a sus necesidades, por eso es importante mirar alrededor antes de empezar el viaje. Las caras sobrias pueden servir de apoyo y brindarte una mano. Los otros consumidores: pareja, familiares, amigos, conocidos, vendedores pueden ser factores mantenedores. Inclinar la balanza hacia el entono sobrio es una forma de desestabilizar la situación y darle oxígeno al cambio.
Motivación para el cambio
La motivación es un motor que impulsa todo el viaje, pero no es un viento constante que te acompañará incondicionalmente. Por el contrario, merece ser cuidada con mimo. Un forma de incentivarte es garantizar que cada nuevo hito recibirá su premio y celebrarlos. Estar alerta a los baches y mantener con vida tu motivación es un trabajo personal que no puede subestimarse.
Nuevos hábitos y conductas
El objetivo es tal sólo cuando lo abrazas y lo sostienes tú
Rehabilitarse implica consolidar nuevos hábitos y conductas, fortalecer una nueva forma de vivir y ser capaz de mantenerla. Aún cuando se alcanza la autosuficiencia puede sobrevenir una crisis con forma de duelo. El placer vinculado al consumo muere y tras él, muchas veces, sobreviene un sentimiento de vacío. Aprender a vivir con el vacío que sientes puede ser una experiencia vertiginosa, como caminar por primera vez, pero una nueva vida implica un nuevo equilibrio emocional que se construye momento a momento.
Volver a andar tras cada recaída
Al igual que cuando comenzamos a andar, las recaídas son parte del proceso y se dan con frecuencia. Podemos diferenciar una recaída ocasional de una mantenida, pero aun cuando sean temporalmente breves, el sentimiento de fracaso puede demorar el retorno a la rueda de cambio. Como escribía Almafuerte: “Si te postran diez veces, te levantas, otras diez, otras cien, otras quinientas… No han de ser tus caídas tan violentas ni tampoco por ley, han de ser tantas”.
La meta es la mayor autonomía e independencia
El objetivo es que alcances una mayor autonomía y que puedas librarte de la dependencia o la adicción, pero no puede plantearse sin considerar tu situación inicial. Es importante adaptar el viaje a tus necesidades, ritmos y capacidades. No hay más objetivos que los que diseñes, solo o con tu terapeuta. Ten en cuenta que el objetivo es tal sólo cuando lo abrazas y lo sostienes tú.